Cuentos no tan infantiles... Foto: José Mª Garrido Lapeña
Decíamos en la lección anterior: "el cerebro de un varón sano (más si es heterosexual) puede recrear la imagen de un coño que el ojo no ve, a partir de otros elementos (especialmente la boca) de la fisonomía de la mujer que si pueda ver, ya sea al natural o en una imagen reproducida por cualquier medio audiovisual o impreso; y también es capaz reconstruir la figura completa de una mujer a partir de una imagen en la que sólo se muestre un coño".
Pero ese tipo de mecanismos residen en áreas muy determinadas del cerebro y en las recreaciones y reconstrucciones participan más de una; trataremos de ellos en lecciones posteriores, siempre de la mano de reputados científicos porque el cerebro humano no es un motor atmosférico, ni siquiera una caja de cambio automático secuencial, sino algo mucho más complicado, que no reacciona siempre de forma previsible ante un mismo suceso.
WARNING: a partir de este punto las imágenes que utilizaremos para ilustrar los textos y las definiciones; podrían valorarse* en ese punto intermedio (y siempre subjetivo) entre lo travieso y lo pornográfico. Intentaremos que se acerquen más el terreno artístico (y por tanto erótico) que al pornográfico, pero... no vamos a poner un dibujo de un tratado de anatomía para describir un clítoris, disponiendo de imágenes de mujeres reales. Por tanto, aseguramos que estás imágenes excitarán sin duda alguna a cualquier varón heterosexual (o bisexual) sano, y a cualquier mujer homosexual (o bisexual) sana.
Hoy daremos un paseo por un terreno interesante (más de lo que a primera vista podría parecer): "cómo ha cambiado el canon y los patrones estéticos para "el arreglo" del coño en los últimos 50 años, aunque en algún momento nos remontemos más en el pasado"; porque nada es totalmente nuevo cuando hablamos de estética y modas, sino revisiones y reinterpretaciones de patrones que ya fueron una novedad en otras épocas (a veces hace 3000 años¡!) y si hoy nos parecen "modernos, posmodernos o incluso avanzados o galácticos", suele ser debido a que, desgraciadamente, las sociedades involucionan. Un ejemplo claro lo podemos revisar en los patrones de belleza y la moda de la la época del movimiento contracultural, libertario y pacifista que conocemos como Movimiento Hippie.
No profundizaremos en el movimiento Hippie más que en algunas características que atañen al tema que tratamos; una de ellas era lo que se conoce como "simplicidad voluntaria". Se rechazaba el consumismo como un mal (aún incipiente) y se optaba por el estilo de vida más sencillo posible y siempre "apegado a la naturaleza". Esto se traslado a la forma de vestir y también a las estética femenina.
Hierba, LSD... flores, música y un ecologismo incipiente
Se veneraba la modernidad aunque, por ejemplo, en lo que se refiere a la espirutualidad estaba inspirada en la ascética franciscana (en los votos de pobreza que hacían los frailes franciscanos), quizá porque los sistemas de comunicaciones internacionales, tanto el transporte de pasajeros como el "casi inexistente transporte e intercambio de datos, la era digital estaba en pañales"; mantenían muy lejos otras filosofías ascéticas como el budismo.
Y, muy inspiradas por un incipiente ecologismo, las mujeres de entonces, sobre todo las jóvenes, dejaban que sus pubis se pareciesen mucho a los frondosos bosques mediterráneos. La depilación pasó a estar mal vista entre ellas, se consideraba una costumbre de otras clases sociales; aunque hay que anotar que en el movimiento hippie el interclasismo, el interculturalismo y toda clase de mestizajes, afortunadamente, fueron una norma. Todos eran bienvenidos siempre que renunciasen al militarismo y al consumismo.
Y, claro está, abrazasen los nuevos ideales; sobre todo el amor libre y la música folk (además de los conceptos nombrados anteriormente). Una vez que el movimiento Hippie fue metabolizado (y absorbido por la sociedad*) los frondosos bosques mediterráneos comenzaron a desaparecer de entre las piernas de las mujeres al mismo ritmo que los bosques auténticos (los autóctonos y ancestrales) se quemaban a un ritmo de miles de hectáreas cada verano. Hay que decir que aún hoy las preferencias con respecto al arreglo del vello pubiano tanto en mujeres como en varones sigue siendo algo muy ligado al gusto personal y cada vez más, también al de la pareja. Es decir, coexisten los bosques tropicales (coños peludos); los bosques continentales (vello púbico recortado); los oasis (pues eso, un arbustito aquí y otro allá); las praderas (al estilo de las mujeres árabes y/o musulmanas, nada en los labios y rasurado el pubis -monte de venus- "al 1 o al 2"); y los desiertos (nada de vello púbico).
En los años 60, 70 y 80 no era habitual que, ni siquiera en el ámbito más íntimo los miembros de la pareja se hiciesen sugerencias estéticas con respecto a esas partes del cuerpo. Las mujeres arreglaban su coño como les habían enseñado sus madres... es decir, en general no se lo arreglaban y, desgraciadamente, muchas ni siquiera se lo miraban ni mucho menos, se lo tocaban¡! En ese aspecto la revolución sexual que se desarrolló al tiempo que el movimiento hippie, en Europa y EEUU, desempeñó un papel crucial en la emancipación de la mujer¡!
Para bastantes hombres la abundancia de vello púbico sigue actuando como un elemento de "atracción y excitación sexual"; es decir, se trata de un fetiche*. Sin embargo las mujeres combinando ropa íntima de innumerables formas, diseños y colores, sustituyen (y casi siempre mejoran) con creces, lo que para ese tipo de varones es: "ese oscuro objeto del deseo".
Debido al desapego religioso sobre todo en el mundo cristiano y musulmuán; que se fue asentando en las costumbres de tres generaciones, hasta el momento actual (y en el que el movimiento hippie tuvo bastante que ver...), y al advenimiento de los modernos métodos anticonceptivos (todos bajo el control de la mujer), propiciaron lo que hoy se denomina: "Revolución reproductiva o Tercera Revolución de la Modernidad", que en el fondo no es otra cosa que el resultado de la capacidad de decisión de las mujeres sobre "sus propios cuerpos, empezando por el coño" y sobre el ejercicio de su libertad de pensamiento, de expresión y de opinión. A día de hoy, en la Vieja Europa son de uso generalizado (pese a la oposición de grupos ultrareligiosos), los anticonceptivos de emergencia, popularmente conocidos como "píldora del día después". Este tipo de tratamientos ya muy específicos y seguros, permite a las mujeres adolescentes y jóvenes iniciarse en el sexo cuando ellas lo decidan, muy al margen de las presiones sociales y familiares; sobre todo por parte de los varones convencidos de que "su honor" reside entre las piernas de las mujeres de su familia; y a veces de las de su pueblo y/o opción religiosa. Muy a pesar de que estos mismos varones (orgullosos de ser mantenidos en la incultura y la ignorancia por los propios "pastores" de sus religiones), consideran el coño como algo "sucio e impuro que contagia a la mujer en todo su ser".
El caso de las mujeres en el judaísmo, sobre todo en el judaísmo reformista; una corriente moderna que no ha sido rechazada y marginada de la misma forma que si lo es aún la "Teología de la liberación" en el ecosistema cristiano o cualquier intento de avance social en un mundo islámico en continua involución y efervescencia; desde el establecimiento del Estado de Israel en 1947, es bien diferente. Siempre han podido ejercer sus libertades civiles en plano de igualdad con los varones porque así lo recogen las leyes laicas del estado. Otra cosa es que durante años las propias mujeres no los ejerciesen por decisión propia (y muchas siguieran sentándose en la parte de atrás del autobús), una situación social que también ha cambiado.
En definitiva, el coño ha sido un elemento que por sus especiales connotaciones pasó a ser una especie de "concepto primordial" en el proceso de liberación de las mujeres, en aquellos lugares del mundo donde recuperaron, no sin antes ganar largas batallas, el derecho de mirárselo, tocárselo, embellecerlo, enseñarlo, prestarlo, regalarlo o "venderlo" (y existen muchas formas de venderlo... pero eso será motivo de otra lección, porque no tiene nada de agradable o alegre), y/o hacer con él : "lo que les salga del coño"¡! porque para eso es suyo.
AVISO: las obras y autores que mencionamos y enlazamos, representan material científico, divulgativo y artístico, que mantiene tesis (estudios y estadísticas), a veces opuestas a las que enseñan (y/o imponen) las religiones monoteístas. Son contrarias al concepto de creacionismo, las teorías del diseño inteligente y la fe. Por tanto, si no quieren verse gravemente ofendidos en su sensibilidad o confundidos entre sus creencias y la realidad científica; deben evitar leer estas lecciones.
Este texto se licencia bajo Creative Commons: se puede copiar, mejorar y distribuir; siempre que sea sin ánimo de lucro y atribuyendo la autoría de los diversos contenidos a sus creadores, tal como se hace en este mismo documento.
One of the sons of the rain
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Ankalima
Por qué vendemos tan barata nuestra libertad ?? Por qué no perseguimos nuestros sueños con más ahínco ?? Por qué no amamos más ??
domingo, julio 22, 2012
Sexo para torpes... Amor para despistados...(lección 19ª)
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