A finales del mes pasado, leíamos detenidamente unas declaraciones de Aymeric Chauprade, doctor en Ciencias Políticas de La Sorbonne; en las que el geopolítico francés analizaba las consecuencias de las revoluciones de 2011; concretamente, lo que él denomina: una vuelta al "Islam arcaico" y a una "no aparente recolonización" de la región. Comienza por explicar la situación en Túnez, Egipto o Siria antes de la llamada Primavera Árabe como un fenómeno "impuesto" de división entre política y religión. Como una corriente que se reconoce primero étnicamente y después como islámica; como un ejemplo del nacionalismo árabe en declive; un intento por importar la modernización occidental secular, pero a través del autoritarismo.
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Judíos en Túnez |
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Estas cosas que están pasando en Túnez, Irán, Israel y otros lugares del mundo árabe, musulmán o judío; nos muestran que no sólo en occidente ocurre que los ciudadanos no están de acuerdo con sus gobiernos, sobre todo en lo relacionado con "la guerra", con mantener conflictos con otros países; sino que en aquellos lugares donde después de movimientos revolucionarios (que han tenido en común el pacifismo en sus manifestaciones, como es el caso de Túnez o Egipto), en cuanto se permite al pueblo expresarse, ocurre otro tanto. Habría alguna posibilidad de unir todas las voces que están en contra de la guerra ?? Tienen los ciudadanos alguna posibilidad de hacer prevalecer su opinión sobre la de los mandatarios que han elegido ?? Representan esos políticos electos los deseos de los pueblos cuando se trata de la guerra ?? Internet y su poder de comunicación global nos está mostrando dos o tres cosas importantes con motivo de estos debates: que cuando los pueblos pueden expresarse libremente, lo hacen. Y que cuando se expresan muestran una enorme brecha entre el pensamiento de los pueblos y las políticas militares. También, desgraciadamente, que hay gobiernos dispuestos a censurar o incluso a bloquear Internet con tal de que sus ciudadanos no puedan expresarse. Aunque las excusas son siempre "lo maligno de los contenidos que llegan del exterior, lo cierto es que parecen temer mucho más los contenidos que puedan salir del interior, la vergüenza que conlleva el que los propios ciudadanos se muestren en desacuerdo con sus gobernantes y sobre todo que se note tan claramente que no tienen el control sobre el pensamiento del pueblo".
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