En la última entrega de "HOWTO: make new revolutions", hablábamos de Grecia; de lo que allí estaba pasando y de lo que los medios de comunicación tradicionales decían que estaba pasando. Por lo general sabemos que una cosa es la realidad y otra muy distinta, como se cuenta la realidad. En este enlace podréis ver un amplio reportaje de que realmente lo que sucedió en Grecia el pasado día 12 de febrero, con fotografías y vídeos tomados en diferentes lugares de Atenas.
Así como un minucioso relato de lo que ocurrió escrito por alguien que estaba del lado de los manifestantes: "Los conflictos y enfrentamientos entre numerosos y diversos grupos de manifestantes y los llamados grupos antidisturbios se extendieron literalmente por todo el centro de la ciudad. La Policía no podía hacer frente a los luchadores que no retrocedían, o si lo hacían, no se dispersaban sino que regresaban a donde estaban antes de la carga policial con una persistencia que pocos antecedentes tiene en la historia del movimiento social de este país. Poco a poco la Policía iba “empujando” a los manifestantes rabiosos, tratando de evacuar la plaza de Síntagma y echar a la gente del centro de la ciudad, así que los 330 diputados del Parlamento votaran las nuevas medidas penosas y que los medios de desinformación hablaran de unos 100 encapuchados que apañaron una pequeña manifestación pacífica... No obstante, las mentiras se han acabado. Ha comenzado la marcha atrás para todos estos parásitos y sus esbirros".
"Los medios de desinformación se quedaron igual de atónitos que sus amos. No teniendo otra copla en su repertorio de propaganda que la de los “incendios de edificios, que pueden resultar peligrosos”, se olvidaron de los “100 encapuchados que se infiltran entre los manifestantes pacíficos”. Lo que ocurrió los sobrepasó. No esperaban una manifestación de más medio millón de personas en una sola ciudad, quedándose en las calles, montando barricadas y luchando durante más de 6 horas contra la barbarie de la Dictadura. Falsificaron los hechos y se les escapó que casi todos los edificios incendiados fueron sucursales de bancos, grandes tiendas departamentales o de artículos de lujo, negocios de multinacionales (p.e. Starbucks, que fue mencionado en los telediarios como... un mero café). Señalamos el ataque e incendio de la sucursal central del banco Alpha, cuyo edificio fue en el siglo XIX el primer banco de Grecia, construido por las logias masónicas europeas y cuyos dueños hace unas semanas preanunciaron las medidas de austeridad, pidiendo la eliminación del salario mínimo, y uno de cuyos mayores accionistas es Mánesis, el dueño de la “Acería Griega”".
Mientras tanto, para otra parte de la población griega llegó la hora de: Humillarse o morir. Decenas de miles de griegos acuden a diario a los comedores sociales en busca de algo caliente que llevarse a la boca. Las largas colas que registran estos centros han dejado de ser un espacio casi exclusivo de inmigrantes y vagabundos. La crisis ha dejado una legión de desamparados en la que abundan pensionistas, mujeres y niños. Siempre son los más débiles quienes pagan las peores consecuencias de cualquier crisis sea esta del tipo que sea. Los 72 comedores populares que hay en Atenas distribuyen unas 10.000 raciones diarias, casi un 30% más que hace un año. Pero los comedores sociales representan la punta del iceberg del drama que viven millones de griegos. En este país (como en tantos otros), la cadena de la solidaridad pasa primero por la familia y solo cuando este eslabón se rompe los ciudadanos están dispuestos a exponer públicamente su condición de nuevos pobres. Mientras tanto, el resto de la población está más que harta de apretarse el cinturón y no entiende que se les pidan mayores esfuerzos para salir de la crisis. Si los sucesivos recortes aprobados por el gobierno han demostrado algo, dicen, es su capacidad para generar bolsas de pobreza en distintas capas de la sociedad.
Esta es una forma de comenzar una revolución. No sabemos si cristalizará o se desvanecerá, pero mientras se inicia vamos a posponer nuestras teorías acerca de los métodos revolucionarios. Seguiremos hablando del otro punto importante que iniciábamos en la entrega anterior: El líder, o los líderes. Ya hablamos de Julio Anguita, de su ética y generosidad, también de algunas de sus ideas y de las opiniones que suscitaba. Hablamos de él como un ejemplo de lo que debía de ser un buen líder para un nuevo movimiento revolucionario. Hoy hablaremos de otro hombre que milita en las filas del mismo partido político, aunque su filosofía y sus métodos difieren un poco de los de Anguita. Juan Manuel Sánchez Gordillo, también es profesor de historia. Pero su propia historia ya es larga... Se trata de un hombre estrechamente vinculado con el movimiento nacionalista andaluz, la lucha jornalera y la lucha obrera en general, es alcalde de la localidad de Marinaleda (Sevilla) desde las primeras elecciones democráticas tras el franquismo, celebradas en 1979. Como alcalde es impulsor de una serie de políticas de izquierdas, como la ocupación de fincas de terratenientes para crear empleo, políticas sociales y entre la que destaca una política urbanística socialista que permite el acceso a la vivienda desde 15 euros al mes a través del sistema de la autoconstrucción.
El alcalde de un pequeño pueblo de Andalucía habla de cosas tan "espesas" como Soberanía Alimentaria": "La soberanía alimentaria es la capacidad que tiene un pueblo para decidir sobre su propio modelo agrícola y alimentario, que hoy no la tiene. Andalucía no decide, el Estado Español no decide y ni siquiera Europa decide. Deciden las multinacionales, decide la Organización Mundial de Comercio, decide el Fondo Monetario Internacional. No deciden los pueblos su propia política, no deciden los campesinos ni los consumidores el modelo agroalimentario que quieren. El concepto de soberanía es que los recursos naturales, tierra, agua y semilla, tienen que ser de la comunidad que trabaja esa tierra o maneja esa semilla o tiene ese agua, y no un negocio. Tiene que ser y es un derecho, no un negocio. Pero... topamos con Monsanto, topamos con las cuatro o cinco multinacionales que controlan todo el proceso de venta de alimentcontrol de la energía. Nosotros pensamos que la energía tiene que ser pública y renovable. Es fundamental que un recurso capital como es el de la energía no sea objeto de especulación. Y pensamos que la energía tiene que ser un derecho, lo mismo que la vivienda…, y que los trabajadores deben tener acceso a los medios de producción. La gran experiencia del Humoso (Cooperativa Marinaleda) es que tenemos la tierra del que la trabaja, la industria de quien la trabaja, que no se reparten beneficios y por eso hay empleoos del mundo, que controlan los agrotóxicos, los agroquímicos, los herbicidas, las patentes de las semillas y todo el comercio mundial de la alimentación, que está en manos de esas pocas multinacionales. Yo creo que hace falta otro modelo agrario. La soberanía alimentaria sería un modelo revolucionario; si la agricultura saliera de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y del FMI, estaríamos entonces en contra del modelo que defiende la Europa comunitaria".
Este hombre dice cosas que no son del agrado de los políticos de las fuerzas mayoritarias, algunos de sus conceptos son claramente revolucionarios: "No se puede estar indignado, ni ser rebelde, ni llamarse nada sin plantear el cambio del Sistema" o "Yo creo que la crisis no es más que una gran estafa de 200 billones de dólares producida por el capital financiero y creo que, después de que han robado cuanto han querido, hace falta el control del capital financiero y que en cada Estado haya, al menos un Banco público fuerte. En Andalucía, ese Banco público sería imprescindible. Un Banco público que invirtiera, por ejemplo, en construir viviendas para aquella gente que no accede a ese mercado porque no tienen medios económicos, un Banco público que invirtiera en agroindustria, que sería la clave de Andalucía, que invirtiera en la pequeña y mediana empresa, en economías productivas para combatir el paro. Por lo tanto pensamos que la nacionalización de la Banca es un elemento fundamental en cualquier proceso mínimamente progresista o mínimamente de izquierdas". "Y el control de la energía. Nosotros pensamos que la energía tiene que ser pública y renovable. Es fundamental que un recurso capital como es el de la energía no sea objeto de especulación. Y pensamos que la energía tiene que ser un derecho, lo mismo que la vivienda..., y que los trabajadores deben tener acceso a los medios de producción. La gran experiencia del Humoso (Cooperativa Marinaleda) es que tenemos la tierra del que la trabaja, la industria de quien la trabaja, que no se reparten beneficios y por eso hay empleo".
Seguiremos buscando hombres que han demostrado y demuestran que otros sistemas de gobierno son posibles y que un mejor reparto de los recursos también es posible, y que la solidaridad entre humanos puede darse. No será fácil encontrarlos pero, hemos de hacer lo posible por dotar a nuestra nueva revolución de líderes que tengan la virtudes de estos hombres que ponemos como ejemplo de ética, humildad y de alguna forma, insobornables por parte de los actuales poderes.
rain is coming,
fear Him...
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