Zenwalk: Equilibrio

Nosotros, los antiguos, los llamados viejos; aprendimos con mucho esfuerzo, quizá con demasiado trastear y poca formación, formal. Avanzamos en un bosque que se iba espesando (a veces enmarañando); en el que se hablaban idiomas que muchos no conocíamos, por eso hubo que hacer un enorme esfuerzo en traducir manuales.

Hicimos, sobre todo, un gran esfuerzo de comunicación. Pasamos horas y horas enganchados a nuestras redes sociales (con modems muy, muy lentos). Por eso sabemos que no hay nada nuevo en Facebook, Twenty o twitter, salvo la exposición demasiado pública de perfiles con muchas imágenes y pocas palabras que aportan, las más de las veces, bastante confusión. Todo lo demás estaba ya en el viejo IRC, en los Newsgroups, en las Mail List y en las redes corporativas. La dificultad para enviar y recibir imágenes, desarrollaba la capacidad de lectura, la capacidad pedagógica, la imaginación y, desgraciadamente alejaba de Linux a un gran número de usuarios de PC poco dispuestos a invertir tanto tiempo y esfuerzo en un sistema operativo que, además, no facilitaba precisamente el juego. Pero como quiera que el tiempo ha pasado y no nos dimos por vencidos; el resultado de aquello es esto.

Ahora hemos de convivir un buen número de supervivientes de la vieja escuela; con nosotros mismos y nuestros ancestrales cabreos (no todos pensamos lo mismo ni mucho menos...) y con otros grupos de recién llegados que nada saben de aquellas batallas; que se han encontrado con muchos "sabores Linux" (como se denominan ahora las distribuciones) y ni siquiera son conscientes de estar en uno de los bandos de una guerra muy antigua, que no acabó.

Código Abierto o Código Cerrado; diferentes visiones de lo que ha de ser la gestión del conocimiento. Los nuevos poco han oído más allá de Ubuntu, Mandriva, Fedora y si acaso (los más geeks...), de Gentoo y ArchLinux. Pocos saben que significa BSD, Debian, Slackware, Red Hat, SuSe, y mucho menos Solaris, Aix, Xenix, HPUX, SCO, no digamos AS/400. Estas palabras son para ellos como chino.

Sin embargo, gracias a un grupo heterogéneo de personas con... digamos gusto por la restauración, y no hablo de los aficionados al buen comer y beber, que de todo hay; sino de ese tipo de personas, a veces muy jóvenes que, no encontrando en el mercado a pesar del exceso de oferta, un modelo de automóvil que por si mismo satisfaga sus expectativas; acaban gastando más dinero en restaurar un viejo WW Escarabajo fabricado en Alemania en los años 70/80 (o en Mexico o Brasil en los 80/90) para pasearse por este campus virtual, muy seguros de si mismos y de su máquina.

Y eso es precisamente Zenwalk, un viejo y sólido cacharro al que se le ha puesto una versión moderna del mismo motor, se le han añadido todas las tecnologías que antaño eran de uso exclusivamente "espacial". Este motor de ahora consume menos energía, produce menos residuos y nos lleva a donde queramos ir a una velocidad constante, con estabilidad probada y seguridad contrastada.

Esta es la nueva filosofía. El nuevo pensamiento que integra todo lo viejo (no gastemos tiempo y energía en reinventar la rueda...), en el que nos encontramos algunos de los antiguos con muchos de los de ahora. Aquellos que nos resistimos a ser asimilados por los nuevos dinosaurios porque aprendimos a perseverar luchando contra los viejos que también prometían ponerlo todo fácil, a cambio de que rengásemos de nuestros conocimientos, del control sobre nuestras máquinas y por tanto de nuestra libertad de elección y de pensamiento.

Que se desarrolle Zenwalk me reconcilia con las nuevas generaciones; distribuciones como esta pueden seguir siento instaladas con todas las garantías en las máquinas que seguramente hemos de donar a las ONG que trabajan en países con menos recursos, en los próximos diez años. Y esto me reconcilia con este mundo moderno que va mucho más aprisa de lo que nos podíamos imaginar quienes corríamos sistemas operativos "raros" en viejas máquinas hace casi veinte años.